Tony Arias Gil
Periodista y comunicador
tonyariasgil@gmail.com
El negocio bancario es muy delicado. Preservar los ahorros
de miles de personas que confían en
una institución para invertir sus recursos es una labor difícil y de mucha
responsabilidad.
En ese sentido, la confianza, la credibilidad y la imagen de
pulcritud, son elementos de primer orden en la gestión de las relaciones
públicas de una empresa financiera.
De ahí que la labor de los estrategas de comunicación debe
ser cuidadosa, planeada y apegada a principios de un manejo profesional de la
información y la imagen de la entidad.
La coherencia en el discurso de la empresa es fundamental.
Si se dejan colar elementos de la imagen que demuestren descuido y despilfarro,
los clientes pueden desconfiar de la entidad. La falta de confianza
generalizada a la larga afecta el desempeño de los bancos.
Tony Arias Gil |
Ese esfuerzo por mantener la confianza de los clientes es
constante, no acaba nunca. Es un objetivo que se va adecuando según las
circunstancias y los hechos del entorno que así lo requieran. Como tal, no
aparece en los planes estratégicos, sino que es un eje transversal de toda la
actividad bancaria. Es decir, el mantenimiento de la imagen de confianza no es
exclusiva de los voceros y el área de comunicación: la labor de relaciones
públicas en este caso, es una responsabilidad de cada uno de los empleados de
la entidad bancaria.
Por lo delicado del negocio es que el impacto de los rumores
puede desestabilizar a una entidad bancaria y crear una corrida de ahorros que
como efecto dominó, afecte a los demás bancos del sistema. Nuestro país tiene
una capacidad muy peculiar de hacerse eco de informaciones no confirmadas o de
informaciones dadas a conocer como un rumor para hacer daño.
Ante una ola de rumores, los medios de comunicación deben
ser defensores del sistema financiero. Esto puede ser cuestionado, pues los
medios son empresas independientes y de carácter social. Sin embargo, hay que
estar claro que un descalabro de los
bancos impactaría de una manera tan grave en la economía dominicana, que los
resultados de la crisis bancaria del 2003 serían mínimos con lo que podría
suceder en estos momentos.
No hacerse eco de rumores, apoyar las gestiones de los
bancos por una imagen saludable y mostrar el aspecto de responsabilidad social
de estas empresas, debería ser un compromiso tácito de los medios de comunicación,
como forma de que la estabilidad de este sector siga siendo un estímulo para el
impulso comercial y productivo del país.
Es obvio que del lado del área de comunicación de los bancos
debe haber un plan de acercamiento y apoyo constante a los medios de
comunicación. De lo que se trata es de tener una relación ganar-ganar.
Es un atrevimiento conceptual proponer esta relación ganar-ganar
entre medios de comunicación y el sector bancario. No obstante, en la práctica,
las estructuras económicas y de poder se encargan de hacer una realidad ese
apoyo mutuo para garantizar la imagen positiva de los bancos.
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